La inflamación aguda es un mecanismo de defensa natural que se activa tras un traumatismo, lesión o infección, nos asiste a defendernos y arreglar construcciones.
La mala nutrición y el modo de vida desfavorable causan inflamación interna. Esta inflamación crónica mantenida en el tiempo es amenazante para nuestro bienestar física, mental y sensible. Es la base de muchas patologías como el cáncer, la diabetes, la obesidad, los trastornos cognitivos, la patología de Alzheimer, el mal, la fatiga, por ejemplo.
Refrescos y bebidas azucaradas
Fotografía:depósito
Cualquier bebida con azúcar añadida u otros edulcorantes (medicamento de maíz prominente en fructosa, sacarosa, jugos concentrados de frutas y mucho más). Esto incluye refrescos, tónicos, jugos de frutas, limonada, bebidas azucaradas en polvo, tal como bebidas deportivas y energéticas.
Refrescos y otros modelos azucarados
Los artículos con enormes proporciones de azúcar añadida, como postres, tartas, chocolatinas y refrescos, provocan la liberación de unas substancias que benefician la inflamación llamadas citocinas.
Los desarrolladores de alimentos asimismo acostumbran a emplear edulcorantes que técnicamente no son azúcar, y se muestran con nombres, como fructosa o sacarosa, glucosa, dextrosa, cualquier palabra que finalice en «osa», si bien sean proveniente de la naturaleza como sirope de maíz o sirope de arce, es azúcar añadida que nuestro cuerpo no requiere.
Elementos inflamatorios y antiinflamatorios:
El tercer mecanismo es la existencia de elementos concretos en los alimentos que influyen de manera directa en las reacciones químicas inflamatorias:
- Alimentos ricos en predecesores de moléculas proinflamatorias, como los ácidos grasos omega 6 presentes en las grasas trans, el aceite de maíz, la mantequilla de maní, la leche de vaca producida industrialmente o la carne y grasa de animales criados en condiciones de operación intensiva.
- Ciertos alimentos poseen elementos que dismuyen la inflamación. Por poner un ejemplo:
- La curcumina en la cúrcuma elimina la expresión de la ciclooxigenasa-2, un intercesor de la inflamación.
- La miristicina de la nuez moscada inhibe la liberación de TNF-alfa.
- Los ácidos grasos fundamentales omega-3 tienen un efecto bueno sobre la regulación de la inflamación. La mejor fuente de omega 3 son los peces salvajes de agua fría de tamaño pequeño a mediano. Debe evadirse el pescado de piscifactoría alimentado con harina de maíz, baja en omega 3 y rica en omega 6. Otras fuentes de omega 3 son las semillas de lino, las frutas secas (singularmente las nueces), las verduras de hoja verde, las algas y las semillas de cáñamo.