Se los conoce como lágrimas de sirena pues son un lamento desgarrador de los mares, destrozados por la polución de los gránulos de plástico, asimismo populares como nurdles. Son pequeñas esferas blancas del tamaño de una lenteja que se usan como materia prima en la fabricación de productos de plástico masivos y rutinarios en el mundo entero, desde vasos y juguetes hasta botellas.
Alimento tóxico para animales marinos
Su pequeño tamaño, forma redonda y pluralidad de colores los transforman en elementos atractivos para la vida marina, probablemente confundiéndolos con huevas de peces y pequeñas presas . Así, se adhieren a los organismos de los seres vivos, si bien evidentemente no tienen ningún nutriente. En cambio, un inconveniente se ha añadido a la situación. La composición polimérica de estas perlas de plástico deja que los contaminantes orgánicos persistentes (COP) ahora presentes en el agua se amontonen en su área.
Alimento tóxico para la vida marina
Su pequeño tamaño, forma redonda y pluralidad de colores los transforman en elementos atractivos para la vida marina que termina confundiéndolos con huevas de peces y pequeñas presas. Así mismo, se adhieren a los organismos de los seres vivos, si bien como es natural no poseen ningún nutriente. Por contra, hay un inconveniente que se aúna a la situación. La composición polimérica de estas perlas de plástico deja que los contaminantes orgánicos persistentes (COP) ahora presentes en el agua se amontonen en su área.
Además de esto, asimismo tienen la posibilidad de ser colonizados por microbios que son peligrosos para los humanos y los animales marinos. Entonces acaban siendo una bomba de relojería, no solo por la polución que representan. sino más bien por la adhesión de substancias tóxicas y microbios a sus superficies. Son tan peligrosos que aun suponen un peligro de contacto con la piel desviste de los humanos que visitan playas contaminadas.
Enorme riesgo, pequeño tamaño
Son gránulos de plástico, entre 1 y 5 milímetros de diámetro, clasificados como microplásticos primarios, adjuntado con las microesferas usadas en limpiadores y productos cosméticos. El resto de los microplásticos, llamados secundarios, no se hacen pequeños de manera directa, sino resultan de la humillación de piezas mucho más enormes. Pero, ¿por qué razón su presencia es tan perturbadora? Como comunmente son de colores refulgentes, es simple que atraigan la atención de los animales marinos, que de forma frecuente los ingieren, confundiéndolos con comida. Una vez consumidos, tienen la posibilidad de ser peligrosos de 2 formas distintas.
Por una parte, las propias substancias que las conforman son tóxicas, en especial en el momento en que se amontonan en el organismo de los seres vivos. Por otra parte, su forma y porosidad las transforman en una suerte de esponja que captura toda clase de agentes dañinos, tanto compuestos contaminantes presentes en el agua como algunos microorganismos patógenos. Por poner un ejemplo, se dieron casos de nurdles cuyos análisis enseñaron la existencia de Y también.coli, una bacteria recurrentemente implicada en infecciones del tracto urinario o intoxicaciones alimenticias, por ejemplo nosologías.
El inconveniente de los microplásticos o nurdles es grave: envenenan los océanos y sus criaturas. Tanto es conque una organización está liderando una cacería humana global. Este año entre el 13 y el 22 de marzo son ya prácticamente 3.000 días.
Un cazador en las playas australianas de Bonbeach (Melbourne) atrapa 947 ‘lágrimas de sirena’ en 180 minutos de caza. En Menorca, España, otro integrante recibe 1.000 de estas balas en solo cinco minutos.
Hay 230.000 toneladas de ellos por año en el planeta y verdaderamente hacen plañir nuestros mares con exactamente la misma tristeza que cuentan las historias de marineros que estos seres míticos los atrajeron con sus lágrimas.